Un beso
-Escucha, y no digas nada hasta que termine. – dijo el apuesto joven, la chica solo se acerco al chico para escucharlo mejor.
El día estaba templado, como pocos en marzo, además también estaba seco, pues no había
lloviznado como de costumbre, me encontraba sentado en una modesta banca ubicada en la
plaza de la parroquia municipal, esperando a que el bolero avisara que los zapatos que le
había llevado estaban listos, alcé la mirada al cielo y en el camino a este me tope con una
pareja de gorriones que sobre la copa de un árbol se papachaban, tras ver la cálida y
romántica imagen de la pareja de aves decidí fotografiarlos con mi celular, lo saque
Discretamente esperando no espantar a las aves y justo cuando me disponía a tomar la fotografía, la grave voz del bolero irrumpió en el silencio y con esto los gorriones volaron lejos, inconforme por no haber conseguido la fotografía guarde mi celular y recogí los pares de zapatos, pague y eché a andar rumbo a mi casa ubicada a no más de dos manzanas delante, como a medio camino revise mi reloj, faltaban como 2 horas para la boda de mi prima ana laura, era esta la razón por la que había llevado los pares de zapatos de todos los varones de la casa a bolear, esperaba mucho de esa velada y el tiempo para que comenzara era cada vez menor.
Llegue a mi casa, entre y deje los pares de zapatos al lado de la puerta, sin siquiera sacarlos de la bolsa de hule que los protegían del polvo, mi casa no era precisamente la más elegante de la ciudad, pero tenia su toque acogedor, la televisión, gris y de buena definición, se encontraba estática en la sala sobre una mesita de madera, en el primer nivel de esta, estaba mi consola de videojuegos sobre el DVD y en el segundo el televisor, frente a esta estaba un sillón algo desgastado, pero cómodo, subí las escaleras y llegue a la lavandería, mi tío se encontraba planchando las camisas.
- ¿Mi madre? – pregunte apenas entre
- Con katy, no debe tardar – katy era su estilista, a pesar de que ella siempre decía que no tardaría, siempre terminaba tardándose mas de lo necesario.
Me fui a mi cuarto, saque del closet mi traje negro y una camisa blanca, después de mi cajón saque mi ropa interior y todo lo tendí sobre mi cama, Me di una ducha y después me vestí, para cuando termine de ponerme la camisa, mi madre ya había llegado y mi tío ya se había ido pues sería él quien transportaría a la novia ala iglesia y después a los novios al salón, regrese al baño y me peine frente al espejo, me veía bien, cuando salí puse mi canción favorita a todo volumen y baje a la sala, me senté en el sillón y casi Automáticamente recordé que había olvidado mi billetera en mi cuarto así que subí por ella y después salí a la tienda de la esquina, Compre chicles y cuando salí la camioneta de mi tía Gabriela estaba estacionada frente a mi casa, ella junto con mi madre serían las madrinas del pastel, apresure el paso y cuando llegue les ayude con las bases de los pasteles, eran tres, cada uno mas grande que el anterior, embetunados con crema de nata y adornados con rosas artificialmente pintadas de verde, subí a la amplia camioneta de mi tía Gabriela y me fui con ella al salón, mi madre nos seguía en su auto con mi hermano, al llegar al salón, acomodamos los pasteles sobre las bases, al final se veía Fantástico con todos los adornos ya puestos. revise mi reloj el cual anunciaba que faltaban quince minutos para que la fiesta comenzara, pero apenas pasaron tres y la novia ya cruzaba la puerta y tras ella venían las damas de honor, todas vestidas de verde, con los mismos accesorios y el mismo vestido, todas parecían grandes, no menos de veinte años, fue entonces cuando entro la ultima, aparentaba mi edad, unos quince años, tal vez catorce, no mas, no menos, esbelta, como de 1.65, con el cabello corto, como a la altura de los hombros y vuelto mil caracoles castaños, de ojos miel, hermosísimos, nariz delgada y unos labios que daban ganas de comerse a besos, me quede boquiabierto ante la belleza de aquella doncella y Desde entonces no pude despegar mi vista de ella.
Los meseros acomodaron sillas en filas horizontales, de cinco cada una, frente a una mesita donde un juez se encontraba con unas hojas, las cuales los novios firmarían para así concluir con sus tramites de matrimonio y así poder ser oficialmente maridos, tras haber hecho esto procedimos a brindar, descorcharon una fina botella de champagne y la repartieron entre los pocos invitados que a esa hora había, fue entonces cuando paso, vigilando con la mirada a la hermosa chica de cabello castaño, noto mi mirada y volteo a verme, yo cambie el rumbo de mi mirada, después sentí su mirada y fue ahora ella quien cambio el rumbo de su mirada, regrese mi mirada hacia los novios y fue entonces que volteamos simultáneamente a mirarnos, nuestras miradas chocaron y quedamos como en shock por No más de tres segundos que parecieron eternos , parecía que nos habíamos besado con las miradas , el corazón se me contrajo bruscamente al ver directamente esos ojos miel , y fue entonces que me di cuenta que cupido había hecho de las suyas una vez mas , desviamos nuestras miradas y coreamos salud , desde entonces no dejamos de enviarnos miradas , yo seguía en otro mundo cuando me di cuenta de que los meseros estaban reacomodando las sillas en sus respectivas mesas , entonces volví a la realidad y separe una mesa , al lado de la mi madre , exclusivamente para los primos adolescentes , fue entonces que me percate de que la chica de los ojos miel estaba repartiendo recuerdos de boda , mesa por mesa junto con otra de las damas de honor , fue entonces que hice algo parecido A una apuesta para mis adentros “ si ella entrega recuerdos en mi mesa , la conoceré” dije en mi cabeza , mesa tras mesa se iban turnando las dos chicas una repartiendo en una , otra en otra mesa , y así hasta que la chica de los labios cerezos llego a la mía y ahora pude oler su perfume a flores y frutas , inhale en dos segundos eternos su dulce olor y para cuando reaccione la vi alejarse de espaldas rumbo a otra mesa , ¡como me encantaba esa chica! .
La música ya sonaba ensoderdecedoramente, las mesas poco a poco se habían ido llenando, y yo ya tenia a mis primos al tanto de lo que ocurría con la chica de cabello castaño, en una de mis miradas hacia ella note que se levantaba de su asiento y se dirigía hacia mí, atravesando la pista de baile que nos separaba, cuando cruzo, me di cuenta que solo se dirigía al baño junto con su posible prima o tal vez amiga, mi prima se levanto acto seguido.
- iré al baño, la espiare – dijo en mi oído
- Sé discreta – le dije antes de que partiera rumbo al baño.
No sabia nada de esa chica que me volvía loco, nada, además que posiblemente era de Monterrey y no de mi ciudad natal, Monclova, pues Santos, el novio, era de Monterrey y como su rostro era totalmente nuevo para mí, definitivamente no era de mi familia, además de que no compartíamos rasgos, un obstáculo mas se había erguido en medio de nosotros, el hecho de no conocernos y el hecho de que posiblemente ella fuera de otra ciudad.
Mi prima llega a su asiento al lado mío.
- creo que si le gustas – me dijo suavemente al oído
- ¿Por qué lo dices? – pregunte medio sacado de onda
- le molesto mi presencia, me barrio, debe pensar que somos algo mas...
Y tras estas palabras un obstáculo sé cayo, a pesar de que era obvio desde un principio que tanto como ella me encantaba yo le atraía ahora era más evidente que nunca, definitivamente le gustaba, fue en ese instante que el grupo comenzó a tocar una canción movida y mi prima me tomó de la mano.
- pongámosla celosa – dijo casi arrastrándome a la pista de baile
- Dime todas sus reacciones – le dije ya cuando habíamos comenzado a bailar.
Ella comenzó a decirme lo que la chica hacia, primero me dijo que tenia cara de enojada, después Que se volteo a otro lado, por ultimo que se estaba secreteando con su amiga o prima, no tenia la menor idea de quien era esa chica que siempre estaba a su lado, cuando la canción termino volvimos a nuestros asientos y le dije a mi primo que vigilara ala chica y cada vez que ella volteara a verme me diera un pequeño golpe en la pierna y así toda la noche se la paso golpeándome en la pierna, pensé en invitarla a bailar varias veces, pero la vergüenza me ganaba, además ¿que tal si me rechazaba? , En fin, el resto de la velada me la pase o viéndola de lejos o culpándome por ser un completo imbecil y no hablarle o invitarla a bailar, no sabia como nombrar esa noche, como la mejor de mi vida por haber conocido a una chica que me había sacado del poso amoroso en el que estaba o la peor por ser un completo imbecil y nunca haberle hablado a esa doncella.
Para cuando acorde el baile había terminado y los invitados uno a uno iban desalojando el recinto, cuando la mayoría había partido ya, salí y me recargue contra una pared, no paso un solo minuto y la bella doncella salió del salón también, me despegue de la pared como movido por un rayo y casi inconscientemente me acerque a la chica, ella no movió ni un dedo, cuando estábamos frente a frente solo abrazo mi cuello con sus delicadas manos y me hizo bajar, ladeo su cabeza y yo hice lo mismo hacia el lado contrario, mis manos rodearon su cintura y nos unimos en un cálido beso, nuestros labios se movían rítmicamente al igual que nuestras cabezas que iban de un lado a otro, poco a poco y casi sin notarlo nuestros cuerpos terminaron por Pegarse y lentamente nos terminamos fundiendo en uno mismo, sentí su calidez de niña y a la vez su madurez de mujer, hasta que lentamente nos fuimos separando, ojalá jamás nos hubiéramos separado, si por mí fuera, hubiera congelado ese instante eternamente, cuando por fin logramos separar nuestros labios ella seguía cerca de mí, y solo paso sus manos de mi cuello a la solapa de mi saco viéndome fijamente a los ojos, no había necesidad de decir una sola palabra, el silencio hablaba por si mismo, después solo deposito un suave beso en el cuello de mi camisa blanca dejando marcado su labial rosa, yo la seguía abrazando por la cintura cuando ella se separo, voltee a la entrada del salón y la que había entendido por lógica que era su madre salía Del salón, ella agacha la cabeza y entro a una camioneta que estaba estacionada a nuestro lado, la señora subió también y en cuestión de segundos esta arranco, mareado y con un dulce sabor en la boca me quede ahí, viendo la calle por donde la camioneta había desaparecido, había quedado de nuevo solo, sin siquiera saber su nombre.
Al otro día desperté con una sensación de no saber quien era, me senté sobre mi cama y velozmente los recuerdos llegaron a mi mente, ¿acaso había sido un sueño aquella linda princesa? , Me levante mareado, del suelo recogí la camisa blanca que me había puesto para la boda y revise el cuello de esta, las marcas de unos labios seguían pintadas en él con color rosa, me tire de nuevo a la cama y recordé paso a paso lo que había ocurrido aquella velada.
-Y así pasaron, primero semanas, luego meses y por ultimo años sin saber de aquella chica hasta que te vi hoy entrar por esa puerta – concluyo el joven con su relato, la chica lo veía atónita. - ¿ y si te dijera que después de todo no estas equivocado y que si soy yo aquella chica que algún día besaste en esa boda? , ¿Qué harías?- la pregunta sacudió al joven.- Primero pediría otros dos cafés y después trataría de conocerte y enamorarte. – respondió viendo fijamente a la chica - ¿Enamorarme? Eso ya lo has logrado desde hace ya tiempo, pide los cafés, ahora van por mi cuenta -dijo la bella chica con una sonrisa en el rostro, cuando los cafés llegaron, el joven retomó la charla – en primer lugar ¿cómo te llamas? – pregunto el joven de 25 años. – Verónica... – contesto la chica, y así charlaron largo rato, cuando salieron del café la lluvia caía, el joven extendió su paraguas y abrazando ala chica por la cintura caminaron sobre la acera, en cierto punto del paseo el joven volvió a hablar – aun no puedo creer que seas aquella chica.- dijo suavemente casi al oído de la chica, la chica se detuvo y se paro frente al joven , lo abrazo del cuello y lo trajo a sus labios, el joven la abrazo por la cintura y sin importar que el paraguas había caído al pavimento se entrego en un beso que había esperado mas de 10 años, todo paso tal cual aquella velada, el uno se entrego al otro por igual bajo la lluvia, en un beso eterno.
Thu Aug 27, 2009 11:04 pm